27.5.11

La vida: Comedia-Romántica!

Amor-odio es lo que siempre he sentido por las comedias románticas… esas historias irreales que nos hacen buscar algo que fuera de la pantalla no tiene posibilidad de existir… un hombre que nos mime, nos regale flores, nos lleve de paseo cogidas de la mano, que sujete nuestro rostro al besarnos y nos susurre al oído que no quiere perdernos, que calle todos nuestros reproches con un beso…

Nos pasamos horas viendo esas películas e imaginando que un día llegará ese príncipe azul…




Y llegué al instituto y conocí a ese chico que me hizo sentir… me escribía mil mensajes, me llena de libertad y de mariposas el estomago… Diría que es perfecto, pero sabía que no, no encontré en el esa chispa que recorría mis entrañas al abrazar a alguien especial y se acabó, no era mi príncipe.







Y el chico “malo”, ese inalcanzable… con el que soñaba en esas noches largas, con el que se me erizaba la piel cuando me miraba por los pasillos… ese que me hacia escaparme de casa en mitad de la noche… e inventarme entupidas excusas para que mi madre me dejara salir de casa y correr a ese punto de encuentro secreto donde siempre lo encontraba tras sus gafas de sol en ese coche negro. Pero un día descubres que todo eso… toda esa diversión, en realidad esta haciéndote daño, porque tu lo ves como a tu príncipe azul pero para el tu no eres su princesa…

Y el amigo que me quiso siempre, pero yo no lo veía con los mismos ojos…




Pero entonces un día cualquiera, me di cuenta de que ese chico de la primera fila, el chico con el que charlaba de cualquier cosa, es diferente. Supo sacar mi patita de ese pozo tan hondo en el que la había metido, y ni si quiera se dio cuenta. Me gustaba su mirada tímida y sus preguntas indirectamente directas…
Me encanto el mordisquito en la mejilla… y adoro todo lo que vino después.
Puedo decir que no es azul, pero si que es mi príncipe! 

6.5.11

olores

Cuando comencé a escribir esta entrada pasaba por delante de campo de naranjos en flor...


Recuerdo, muy sutilmente, cuando a los trenes antiguos se les podian abrir las ventanillas, esos trenes de asientos rojos... pues en primavera me encantaba pedirle a mi padre que las abriera para poder oler el "paisaje". Creo que guardo el perfecto recuerdo del olor del rio Manzanares en cada viaje a Madrid y recuerdo con muchisimo cariño el olor de azahar, porque lo oli la primera vez que mis padres me llevaron a ver el mar; El viaje lo hicimos, por supuesto, en uno de esos trenes de asientos rojos, no recuerdo mi edad, pero si muchos detalles del viaje y entre ellos el olor del azahar... me sorprendió! Las ventanillas estaban abiertas por el calor y recuerdo levantarme para ponerme de pie sobre mi asiento para así poder acercar mi naricilla al hueco de la ventana (pues solo se podía abrir la parte alta de ésta).
No se si será por eso, pero el azahar y el jazmín (muy semejantes para mi olfato) son mis olores favoritos.


Otro olor al que guardo especial cariño es el de la lavanda, porque desde siempre, las sábanas de mi casa han tenido ese olor... Mi madre cambió de suavizante, pero compró compro colonia de lavanda para echarla sobre las camas recién hechas cada mañana y así olerían todo el día.
Es una tradición que pienso seguir el día que tenga casa.


Me gusta el olor a cualquier comida, me encanta llegar a casa a la hora de comer y adivinar que hay sobre la mesa antes de llegar a la cocina...


Adoro el olor de Lacoste pour Homme... abrazar al mio caro y oler su cuello...


Curiosamente me agrada mucho el olor de la naftalina, será por esa afición mía de buscar en los armarios de mi abuela donde guarda la ropa de mi madre y mis tías "de cuando eran así como yo" (palabras textuales de mi abuela) me encanta rescatar prendas de hace años.


Adoro el olor del campo despues de una tormenta o una tarde larga de lluvia, pero odio el olor de la tierra justo antes de llover... hay quien diría que huelen igual, pues no! yo los diferencio perfectamente.

Y por último decir que no soporto las colonias de olores tipo: vainilla, mora, coco, fresa... no puedo con ese olor dulzón tan artificial.