Hay días en los que no nos apetece nada más que pararnos a pensar, pensar una y otra vez como será dentro de unos años nuestra vida. Algunos afortunados se sorprenderán al descubrir dentro de un largo periodo de tiempo que su vida no dista tanto de lo que imaginaban, o incluso se sorprenderán al observar que es mucho mejor. Pero la gran mayoría nos conformaremos con llamar a todas estas ideas y a todos nuestros pensamientos futuros, sueños... Recibirán este calificativo al observar que no se han cumplido, y que es muy improbable que así sea, ¿o no?
No, no tiene porque ser así, no tenemos porque vernos dentro de unos años y pensar, "como me hubiera gustado hacer eso..." El secreto reside el la humildad, si no somos ambiciosos es muy probable que si cumplamos nuestras ideas, que seamos tan felices como imagináos que lo vamos a ser. Pero para ello, hay que comenzar ya a cumplirlos o al menos ha hacer algo por que se hagan realidad en un futuro no tan lejano como creemos.
Porque nuestra vida no esta por llegar, nuestra vida comenzó hace mucho tiempo.
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