Tengo predilección por dos grandes momentos históricos, muy separados en el tiempo, y muy muy diferenciados en cuanto al por que de mi preferencia.
No digo que no me guste la época que me ha tocado vivir... pero he de reconocer que me habría encantado nacer en otro periodo histórico o poder utilizar una máquina que me transportase a estas magnificas regiones del tiempo.
Roma:
Su imperio, su fuerza, el polvo y sangre de las conquistas, la mitología, la delicadeza de sus mujeres... Una etapa maravillosa, llena de grandes guerreros y de preciosas ciudades.
Hoy en día queda mucho de esa Roma, el gran imperio que llegó a poseer todas las aguas del Mediterráneo. Me habría fascinado el poder vivir entre los adoquines de sus ciudades y visitar los enormes templos con todo el esplendor de su policromía. Admirar la rudeza delicada de las mujeres, siempre adornadas con joyas de oro, vestidas por delicadas telas y delgadas sandalias de tiras con las que pisaban firme, mujeres de gran carácter y poder, no político, pero sabían hacerse notar y destacar por conversaciones y lecturas. Maestras de la conquista...
Historias de amor, de odio, engaños, aventuras... ¡la mitología! aun que si bien es verdad que no es de los romanos, pues estos se la plagiaron a los griegos y cambiaron el nombre de sus dioses. Pero aun así, es una maravilla leer esas historias... nada tienen que enviar a grandes novelas actuales.
Y los gladiadores... esos hombres fuertes, enmarcados por las armaduras que olían a sudor, sangre y tierra. Aquellos que saludaban antes de morir, fascinante y primitivo ritual de la muerte que tanta expectación causaba y causa en aquellos que la observan.
Instinto de conquista que el ser humano no ha perdido aun.
Primera mitad del s.XX:
Una etapa muy oscura de la historia, marcada por las grandes guerras, la depresión, la guerra civil española... Quizás sea ese el encanto, si, la neblina de los disparos pude dejar cosas preciosas a su paso.
Me parece una época llena de oscuridad en la cual es muy fácil vislumbrar la luz, cuando todo a tu alrededor emana dolor, castigo o sufrimiento; cualquier ápice de esperanza, cualquier sonrisa o gesto puede ser la luz que devuelva el encanto a la vida. Bajo mi criterio es una etapa en la que la vida se cuece a fuego lento, todo tiene un ritmo pausado y eso hace que cada descubrimiento en los sentimientos se multiplique por mil... Creo que las relaciones de amor deberían de ser preciosas... tan calmadas, sin prisas, tan delicadas.
¿Y la ropa? ¡Maravillosa! Esos preciosos vestidos de terciopelo e hilo, esos guantes infinitos y los delicados y prohibidos ligueros que se dejaban notar bajo las faldas y sujetaban firmes las finas medias de seda ... idílico, maravilloso.
Por que es posible ver luz en la oscuridad.